
Con este disco podrá poner fin a su contrato con el sello, por lo que es de esperar que de aquí en adelante Hank se encuentre por fin en una situación creativa más cómoda. Aunque se percibe una corriente subterránea metal/punk lo cierto es que Rebel Within es el disco más country que ha firmado desde su Lovesick (2002). En todo caso tampoco es un ejercicio de retro-nostalgia, de eso se encargan esos elementos eléctricos añadidos en el proceso de producción.
En más de una ocasión se ha señalado que suena mucho más parecido a su abuelo que su padre, Hank Williams, Jr. Un disco "cargado" de alcohol, marihuana, heroína y cocaína, al final del álbum, es probable que más de uno desee que alguien envíe a este personaje a un proceso de rehabilitación y desintoxicación. A la postre, un trabajo honesto que demuestra que Hank III no ha dado nunca la espalda a la esencia de la música country. Cualquier persona que afirmó que vendió su alma al rock & roll con su anterior disco Assjack (2009) ha quedado inmediatamente desacreditada con este disco.
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