Considerada una de las grandes cantantes de la historia de la música country, más allá de sus indudable cualidades vocales, su conversión en una leyenda obedece en parte a su muerte trágica con tan sólo 30 años de edad. Pero lo llamativo del caso es que ese mito fue construido con apenas 8 años de carrera (en realidad solo 3 años de éxito) y 104 canciones totales en su haber.
Como "sucesora" de Kitty Wells constituyó la avanzadilla, una pionera para que la mujer triunfara en un mundo reservado hasta ese momento, casi en exclusiva, a los intérpretes masculinos. Junto a Brenda Lee contribuyó a popularizar ese sonido country-pop que dominó la escena musical durante toda la década de los sesenta. En 1954 firma un primer contrato con el sello Four Stars, aquellos que sólo conocen sus famosos hits de comienzos de la década de los sesenta, a menudo se sorprenden de esta primera etapa de la artista (reeditada por Rhino Records) cuando la oyen cantar rockabilly.
Una vez terminado su vínculo contractual, los hermanos Bradley (del sello Decca Records) redireccionan su carrera hacia un nuevo estilo, llevándolo hacia acordes más cercanos al pop, lo cual se ve reflejado en los atuendos de ropa más formales, y dejando de lado las vestimentas vaqueras que mostraba en sus primeras presentaciones. "I Fall to Pieces" supuso un punto y aparte en su trayectoria artística: estableció el modelo comercial más exitoso para la industria de Nashville. Esos exhuberantes arreglos orquestales (con predominio del violín y apariciones puntuales de la pedal steel guitar) y esos coros de fondo se acercaban más al sonido pop que al country propiamente dicho. La voz de Patsy Cline sonaba más rica, más segura y más madura que en su primera etapa. Era una voz melodiosa, pletórica de tonos altisonantes, que marcaron para siempre su personal estilo vocal. Todo ello conformó un coctel de tal calidad y comercialidad que marcaron la senda a seguir por la country music durante toda la década y la hicieron pervivir para siempre en la memoria de todos los amantes de la música en general y del country en particular.
Como "sucesora" de Kitty Wells constituyó la avanzadilla, una pionera para que la mujer triunfara en un mundo reservado hasta ese momento, casi en exclusiva, a los intérpretes masculinos. Junto a Brenda Lee contribuyó a popularizar ese sonido country-pop que dominó la escena musical durante toda la década de los sesenta. En 1954 firma un primer contrato con el sello Four Stars, aquellos que sólo conocen sus famosos hits de comienzos de la década de los sesenta, a menudo se sorprenden de esta primera etapa de la artista (reeditada por Rhino Records) cuando la oyen cantar rockabilly.
Una vez terminado su vínculo contractual, los hermanos Bradley (del sello Decca Records) redireccionan su carrera hacia un nuevo estilo, llevándolo hacia acordes más cercanos al pop, lo cual se ve reflejado en los atuendos de ropa más formales, y dejando de lado las vestimentas vaqueras que mostraba en sus primeras presentaciones. "I Fall to Pieces" supuso un punto y aparte en su trayectoria artística: estableció el modelo comercial más exitoso para la industria de Nashville. Esos exhuberantes arreglos orquestales (con predominio del violín y apariciones puntuales de la pedal steel guitar) y esos coros de fondo se acercaban más al sonido pop que al country propiamente dicho. La voz de Patsy Cline sonaba más rica, más segura y más madura que en su primera etapa. Era una voz melodiosa, pletórica de tonos altisonantes, que marcaron para siempre su personal estilo vocal. Todo ello conformó un coctel de tal calidad y comercialidad que marcaron la senda a seguir por la country music durante toda la década y la hicieron pervivir para siempre en la memoria de todos los amantes de la música en general y del country en particular.
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