Clásicos del country: Dixie Chicks, Shut Up and Sing

Emily Robison, Martie Maguire y Natalie Maines conformaron el grupo femenino que más discos ha vendido en cualquier género musical, alrededor de 40 millones de álbumes y más de una decena de premios Grammy. Conocidas por su vitalidad, virtuosismo instrumental, preciosas baladas, buen gusto en moda y la franqueza de sus comentarios políticos que les dieron más de un disgusto.

Los orígenes del grupo se remontan al año 1988, cuando las hermanas Martie (fiddle) y Emilie (banjo) forman el grupo en Dallas junto a Laura Lynch (bajo) y Robin Lynn Macy (guitar). En sus comienzos proponían una imagen clásica de una cowgirl y su música se inspiraba en la música tradicional country, folk y bluegrass como demuestran sus primeros discos. El deseo de las dos hermanas de darle al grupo una imagen más juvenil y un sonido más contemporáneo a su música motivará el sucesivo abandono del grupo de Laura (1992) y Robin (1995).

Natalie - hija de la leyenda de la pedal steel guitar Lloyd Maines- será la elegida para suceder a la vocalista Robin. Nada será igual desde entonces para el grupo. Manteniendo las esencias del country tradicional obtienen un sonido más contemporáneo. Su primer disco juntas, Wide Open Spaces (1998), fue un éxito impresionante de crítica (se llevaron todos los premios que uno pueda imaginar) como de público (x4 platino) y las encumbró al estrellato de la música country. A partir de ahí sus sucesivos trabajos no han hecho sino ratificar su condición gracias a la gran calidad de sus composiciones, sus letras con las que la mujer norteamericana se siente tan identificada, el virtuosismo musical y la voz de Natalie, un conjunto irresistible de buena música country contemporánea.

Sin embargo, días antes del comienzo de la intervención estadounidense en Irak, Natalie declaró: "Nos avergonzamos de que el presidente Bush sea de Texas". El lobby republicano y aquellos seguidores más conservadores del grupo no se lo perdonarán y su respuesta fue un absurdo boicot, recibiendo críticas, insultos y amenazas. Por el contrario, para los sectores más progresistas las consideran heroínas de la libertad de expresión en un mundo de lamúsica country dominado por las ideas reaccionarias.