
El tema es una balada coescrita junto a Liz Rose, en la que Taylor pretende abrirnos su corazón roto por el amor. En mi opinión es un error suponer que porque escriba canciones acerca de la experiencia vital de los adolescentes éstas tengan menos mérito artístico o emocional que aquellas que se ocupan de las situaciones de "adultos". Taylor es capaz de abordar con sensibilidad, acierto y sin temor estas cuestiones que les afectan diariamente y que muchos adultos prefieren simplemente ignorar. En su esencia, este es un álbum que explora el equilibrio entre el romance y el deseo sexual en un momento en la vida cuando ambos se presentan nuevos y misteriosos al mismo tiempo.
Para mi la cuestión clave es preguntarse cuánto hay realmente de alma country en el corazón de la artista y en consecuencia hacia donde orientará su carrera artística en el futuro.
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