Keith Urban es un buen compositor, un gran guitarrista y tiene una voz muy comercial, si a ello le sumamos un físico atractivo podemos concluir fácilmente que nos encontramos ante un artista completo con todos los atributos para poder triunfar.
Sin embargo, su último trabajo Defying Gravity -a pesar del título escogido- no consigue elevar el vuelo de la creatividad, ensimismado en labores de producción que le permitan obtener un eficaz sonido comercial. Quizá esté perdiendo la perspectiva, quizá me estoy volviendo mayor y con poca capacidad de adaptación a los cambios, pero este disco me recuerda más al pop-rock de Richard Marx que a lo que yo entiendo por música country.
Sin embargo, su último trabajo Defying Gravity -a pesar del título escogido- no consigue elevar el vuelo de la creatividad, ensimismado en labores de producción que le permitan obtener un eficaz sonido comercial. Quizá esté perdiendo la perspectiva, quizá me estoy volviendo mayor y con poca capacidad de adaptación a los cambios, pero este disco me recuerda más al pop-rock de Richard Marx que a lo que yo entiendo por música country.
De la mano del conocido productor Dan Huff han buscado un sonido urbano dominado por la percusión y el típico riff de guitarra que no suena mal pero que carece de fuerza e interés. Una voz cansada y sin inspiración que canta sobre conceptos típicos y letras prefabricadas... En definitiva un trabajo decepcionante muy por debajo del potencial del artista neozelandés.
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