En muchas ocasiones Doyle ha bromeado acerca de cómo su grupo Quicksilver parece haberse convertido en una cantera de talentos, en una plataforma para lanzar carreras de éxito en solitario de antiguos componentes. Esto le obliga a mantener en todo momento el nivel de calidad buscando continuamente nuevos y talentosos artistas. Los intrumentos y las voces pueden cambiar pero la marca "Quicksilver" debe hacer honor en todo momento a su ganada reputación.
En su último disco Doyle ha encontrado a un nuevo gran vocalista/guitarrista en la persona de Darren Beachley. No obstante, es en los dos cortes en los que asume el liderazgo vocal el propio Doyle ("Ain't a Woman Somebody When She's Gone" y "My Real World of Make Believe") donde la verdadera esencia del bluegrass tradicional (Bill Monroe) asoma en toda su plenitud. Aunque con algunos puntos débiles, uno siempre puede estar seguro de que cualquier proyecto de Doyle es garantía de calidad y buen hacer. No es casualidad que estemos ante otro disco más de una leyenda viva del bluegrass.
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En su último disco Doyle ha encontrado a un nuevo gran vocalista/guitarrista en la persona de Darren Beachley. No obstante, es en los dos cortes en los que asume el liderazgo vocal el propio Doyle ("Ain't a Woman Somebody When She's Gone" y "My Real World of Make Believe") donde la verdadera esencia del bluegrass tradicional (Bill Monroe) asoma en toda su plenitud. Aunque con algunos puntos débiles, uno siempre puede estar seguro de que cualquier proyecto de Doyle es garantía de calidad y buen hacer. No es casualidad que estemos ante otro disco más de una leyenda viva del bluegrass.
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